Descubrir la joya oculta - Choquequirao, la ciudad perdida de Perú

Rubén, 15 septiembre 2023

Si te preguntan por el monumento más conocido de Perú, seguramente el primer nombre que te venga a la cabeza sea el de Machu Picchu. Sin embargo, en otro lugar del Departamento de Cusco, en el corazón de los Andes peruanos se encuentra otra joya oculta, una maravilla de la arquitectura antigua y un testimonio de la resistencia de una civilización olvidada: Choquequirao.

Conocida a menudo como “la otra Machu Picchu” o “la ciudad hermana de Machu Picchu”. Esta maravilla arqueológica es mucho menos conocida y, aunque ha ido ganando popularidad entre los viajeros aventureros que buscan una conexión más profunda con la rica historia de Perú, aún es una actividad mucho menos masificada.

En este artículo, nos embarcaremos en un viaje de descubrimiento para aprender más sobre Choquequirao, su historia, su importancia y lo que la convierte en un destino de visita obligada.


Historia de Choquequirao

Los arqueólogos estiman que el complejo de Choquequirao se construyó en el siglo XV (hacia el año 1450), más o menos en la misma época que Machu Picchu, por el emperador inca Pachacuti Inca Yupanqui o su hijo, Túpac Inca Yupanqui.

Choquequirao significa “Cuna de Oro” en quechua, la lengua de los incas

Se levantó en la época de apogeo del poder inca, cuando se intentaba replicar en todos los territorios del imperio que los incas habían establecido, sometiendo a otros pueblos, asentamientos similares al de Cusco, que era la capital de los incas y el centro de su mundo.

Se desconoce cuál era exactamente la función de Choquequirao, pero se cree que fue un importante centro religioso y administrativo, y probablemente una propiedad de la realeza. También se ha especulado con que sirviera para conectar Machu Picchu y otros lugares estratégicos para los incas con la zona amazónica.

Su difícil acceso ha alimentado también la teoría de que Choquequirao pudo ser uno de los últimos reductos de la resistencia inca a los conquistadores españoles en las primeras décadas del siglo XVI

El yacimiento consta de terrazas, plazas, templos y plataformas ceremoniales, todo ello encaramado en la cima de una montaña con vistas al río Apurímac. Está estratégicamente situado para controlar el acceso a la selva y sirvió de bastión para la resistencia inca contra los conquistadores españoles.

Sus grandes dimensiones indican que Choquequirao fue un lugar de importancia en el Imperio inca. Y pudo llegar a tener una población de alrededor de 2.000 personas, la mayoría desplazados hasta allí desde otros lugares del imperio inca para hacer tareas agrícolas, administrativas o de otra índole. Con la conquista española y el consiguiente colapso del imperio inca, Choquequirao fue abandonado.

Redescubrimiento de Choquequirao

Choquequirao permaneció oculto al mundo exterior durante siglos, cubierto por una espesa vegetación y conocido sólo por los agricultores locales. No fue hasta mediados del siglo XX cuando los arqueólogos empezaron a descubrir sus secretos. Incluso hoy, gran parte de Choquequirao (un 40% aproximadamente) sigue sin excavar, envuelta en el misterio y a la espera de nuevas exploraciones.

Hoy, el yacimiento se muestra al visitante divido en doce sectores, en los que pueden encontrarse en buen estado de conservación las estructuras y edificaciones que dejaron los incas.

Entre ellas destacan la llamada Vivienda de los Sacerdotes; las Viviendas Principales con acceso a su plaza, donde probablemente residieron los notables del lugar; o los Andenes de las Llamas, unas estructuras escalonadas en las que sobreviven representaciones de los camélidos tan característicos de los andes peruanos.

A tres kilómetros del parque arqueológico se ubica el caserío de Marampata, el centro poblado más cercano y hogar de unas 40 familias que viven allí de lo que siembran y de los turistas que llegan hasta el lugar, unos 9.800 al año según los datos oficiales.


Esto hace que Choquequirao tenga algunas ventajas sobre Machu Picchu:

  • Más tranquilo: a diferencia de Machu Picchu, que puede estar abarrotado de turistas, Choquequirao ofrece una experiencia más aislada. La caminata para llegar a Choquequirao es difícil, lo que significa que es probable que tengas el lugar para vosotros solos o que lo compartáis con unos pocos aventureros.
  • Vistas impresionantes: el viaje a Choquequirao atraviesa impresionantes paisajes andinos, frondosos bosques y profundos cañones. La recompensa al final es una vista panorámica del sitio arqueológico y las montañas circundantes.
  • Maravilla arquitectónica: las bien conservadas terrazas y estructuras de Choquequirao son testimonio de las avanzadas habilidades de ingeniería de la civilización inca. Explore sus templos, plazas y áreas ceremoniales para apreciar su brillantez arquitectónica.
  • Experiencia cultural: las comunidades locales a lo largo de la caminata son mucho más auténticas (no están tan orientadas al turismo), lo que te brindará la oportunidad de conocer las costumbres y tradiciones del pueblo andino. Son comunes las estancias en casas de familia y los encuentros con llamas y alpacas.
  • Aventura: la caminata a Choquequirao es una aventura en sí misma. Es un viaje de varios días que le lleva fuera de los caminos trillados, proporcionando una sensación de exploración y descubrimiento que es difícil de encontrar en otros lugares.

Cómo llegar a Choquequirao

Las facilidades para llegar a Machu Picchu son tantas que se ha convertido en un destino turístico masivo, Choquequirao es mucho más exigente con el viajero que quiera conocer sus secretos.

Escondida en una zona aislada de la cordillera de Los Andes, la ciudadela de Choquequirao requiere tiempo y esfuerzo de quien quiera visitarla. Y es que todas las rutas hacia ella toman al menos 2 o 3 días a pie, aunque dependiendo del ritmo se pueden demorar hasta 4 y 5 días.

Hay que volar hasta Cusco y de ahí rodar varias horas por carretera hasta la localidad de Capuliyoc. Ahí comienzan su itinerario la mayoría de quienes se aventuran a conocerla.

Desde allí, tendremos que caminar por terrenos escarpados, cruzar puentes colgantes y escalar empinadas laderas antes de llegar al yacimiento arqueológico.

Se necesita una cierta preparación física y mental, ya que la ruta discurre por las montañas cusqueñas, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, donde las temperaturas pueden ser muy frías en determinadas épocas del año, a lo que se suma la posibilidad de sufrir episodios de mal de altura (conocido como soroche entre los peruanos).

Lo accidentado del terreno, atravesado por obstáculos como el río Apurímac o el nevado Padreyoc, hacen de esta ruta una muy deseada por los amantes del senderismo, pero también una que aconseja tomar ciertas precauciones antes de atreverse con ella.

Algunos lugareños ofrecen sus servicios para guiar a los forasteros y mulas con las que cargar sus pertrechos durante la subida.

Resumen

Choquequirao es más que un yacimiento arqueológico; es un viaje en el tiempo, una aventura y una oportunidad para conectar con la civilización inca y la impresionante belleza natural de Perú. Ahora es el momento perfecto para embarcarse en una caminata a Choquequirao y experimentar la magia de la “Cuna de Oro” de Perú, antes de que se haga demasiado popular…

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