El faro de Thridrangar está considerado uno de los más espectaculares y singulares del mundo. Se encuentra a 8 kilómetros de la costa sur de Islandia, en las islas Westman, y en la actualidad sólo se puede acceder al faro en helicóptero.
El faro se asienta sobre una roca de basalto a unos 36,5 metros sobre el mar. Se puede ver su luz a nueve millas náuticas. El faro consta de una sola planta con sólo una cubierta y una lámpara en el techo, que mide 7,4 metros de altura.
En estas islas abundan las aves marinas, las focas, y también albergan dos volcanes. Uno entró en erupción por última vez hace 6.000 años, y el otro en 1973, lo que obligó a evacuar las islas. Una erupción subterránea entre 1963 y 1967 dio lugar a la isla de Surtsey. Es extraordinaria porque ha estado deshabitada y sin intervención humana desde su creación.
El faro de Thridrangar
El remoto faro se construyó justo antes de los albores de la Segunda Guerra Mundial. La construcción de este solitario faro no fue una tarea fácil, ya que los helicópteros aún no habían surcado los cielos cuando se iniciaron las obras en 1938.
Los constructores escalaron los acantilados para llegar a la cúspide del pilar, colocando los cimientos a mano. Se enfrentaban a rocas resbaladizas, a la lluvia y a vientos feroces, sabiendo que un resbalón podría hacerles caer al gélido Océano Atlántico Norte que se agitaba debajo.
Al principio, la única forma de acceder a él era escalando la roca sobre la que se asienta. Más tarde, se construyó un helipuerto junto a él, y hoy se puede llegar en helicóptero.
Thridrangar, escrito Þrídrangaviti en islandés, significa “tres pilares de roca” y se refiere a las tres rocas situadas en el mismo lugar. Klofadrangur, Thufudrangur y Storidrangur son los nombres de las rocas, siendo Storidrangur la roca sobre la que está construido el faro.
Arni Thorarinsson, autor y periodista islandés, dirigió su construcción. Montañeros experimentados navegaron hasta la roca y luego la escalaron para construir el faro.
“Lo primero que tuvimos que hacer fue crear un camino hasta el acantilado. Nos reunimos con montañeros experimentados, todos de las Islas Westman. Luego trajimos taladros, martillos, cadenas y abrazaderas para asegurar las cadenas”, relató un testigo de su construcción. “Una vez que se acercaron a la cima, no había forma de agarrarse a la roca, así que uno de ellos se puso de rodillas, el segundo se puso de espaldas, y luego el tercero se subió encima de los otros dos y pudo alcanzar la punta del acantilado de arriba. No puedo ni decir lo que sentí mientras presenciaba este procedimiento increíblemente peligroso”.
En la actualidad, el faro, cuyo código es L4802, sigue activo y es accesible en helicóptero gracias a un minúsculo helipuerto construido en el acantilado. A decir verdad, es la única forma de acceder al faro si no se quiere realizar una peligrosa escalada. Entre el helipuerto y el faro hay un pequeño y peligroso camino sin vallas.
¿Es posible visitar Thridrangar?
No es posible visitar el faro de Thridrangar como turista. Sin embargo, puedes verlo virtualmente con la experiencia FlyOver Iceland. Se trata de una visita virtual a Islandia, con una pantalla envolvente y efectos especiales. El escenario de una misión de rescate simulada de Þrídrangaviti es sólo uno de los muchos lugares a los que le llevará este emocionante viaje.
En febrero de 2021, una banda de blues rock de Islandia llamada Kaleo grabó un vídeo para su sencillo “Break My Baby” en el helipuerto de Þrídrangaviti. Este sencillo está extraído de su álbum “Surface Sounds”, y el vídeo puede verse. Kaleo tiene un historial de grabación de vídeos en lugares impresionantes, como el interior de un volcán y la cima de un glaciar.
Otras cosas que ver en Vestmannaeyjar
Aunque no se puede entrar en el faro de Thridrangar, hay muchas más cosas que ver y hacer en las islas Westman. Para llegar a la isla principal de Heimaey, lo mejor es alquilar un coche en Islandia y coger el ferry desde Landeyjahöfn, un puerto en la costa sur de Islandia. La travesía dura unos 40 minutos hasta Vestmannaeyjabær, la ciudad principal de Heimaey. Una vez allí, podemos:
- Subir a Eldfell: este pequeño volcán fue el resultado de la erupción de 1973. Fue un acontecimiento tan perturbador que provocó la evacuación temporal de la pequeña población de la isla. Hoy en día, es un paseo fácil desde el centro de la ciudad si quiere ver de cerca su roca roja y disfrutar de las espectaculares vistas.
- Hacer una excursión en barco a los islotes de los alrededores: muchas de las cuevas y calas rocosas de las islas Westman sólo son accesibles desde el agua. Realice un relajante viaje en barco o un emocionante paseo a gran velocidad en una lancha neumática. Lo más destacado es ver la curiosa Roca del Elefante, muchas aves marinas y quizás focas o ballenas.En verano, observa las colonias de frailecillos de Heimaey y sus alrededores. Islandia alberga alrededor del 60% de los frailecillos atlánticos del mundo, y un número importante viene al archipiélago para reproducirse. Los verá fácilmente en los acantilados junto al mirador de la península de Stórhöfðaviti, o durante una excursión en barco.
- Visitar el Santuario de Belugas de Heimaey: Situado cerca del puerto, este centro ha rescatado a dos belugas de un parque acuático de Shanghai. Ahora viven en la espaciosa pero especialmente cerrada bahía de Klettsvik. Transportar a la pequeña gris y a la pequeña blanca desde China fue una operación meticulosamente planificada, pero estas dos criaturas prosperan ahora en su nuevo hogar islandés. Experimente Þjóðhátíð